martes, 31 de octubre de 2023

Dulce tierra de labor


 

Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas

(Miguel Hernández)


Tu apenado sentimiento, al tener que abandonar este trozo de jardín que se te donó en prenda, no te exonera del deber de cuidarlo hasta el último segundo. Las mil peonadas de trabajo entre azadas, flores y semillas te enseñaron, entre otras muchas cosas, que la tierra tiene un derecho adquirido que te obliga a ocuparte de ella mientras tengas el honor y el placer de ser su huésped y albacea. ¡Te dio tantas amarguras y alegrías que sus risas y sinsabores hicieron de ti mejor persona, como esa fruta madura y tranquila que pende del viejo árbol de los días, el mejor domingo después de veintitrés años de alegrías!

Tal vez lo lógico sería decir: sé que no te voy a ver más, entonces ¿para qué perder el tiempo en arar o quitar las malas hierbas? ¡Quien venga detrás, que arree! Sólo al bendito de Luther King se le ocurrió aquello: si supiera que voy a morir mañana, hoy no dejaría de plantar este árbol.

No sufras pues, huertano, de perder mañana lo que hoy con tanto ahínco gozas. Es bueno que así sea. Si pudieras adelantar, posponer o conjuntar el pasado y el futuro, sufrirías doblemente: hoy, por el ayer perdido; y mañana, por el devenir incierto. La limitación humana de disfrutar sólo el instante te proporciona el gozo siempre fresco de vivir en un estado de continuo estreno. O como en sus Proverbios muy bien cantara Machado: Hoy es siempre todavía. Sólo disponemos del ahora.

Uno de los motivos por los que Dios tal vez se hiciera hombre fue para librarse del aburrimiento y monotonía que le reportaba su cotidiana y plana inmortalidad desolada. Sabes, amigo, que, más pronto que tarde, morirás antes de un amanecer turbulento. Pero tanto la música como los silencios de este huerto, cuando tú no estés, todavía sonarán a eterna primavera.

3 comentarios:

  1. Seguro que dios creó el universo huyendo del aburrimiento, pero tardó mas o menos 14.500 millones de años en creae al hombre (y la mujer). Atinadas reflexiones siempre, Juan.

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  2. Siempre vitalista Juan, p
    lantando árboles, cuidando la tierra. Como decía Sciacia "para plantar olivos hay que tener esperanza" y preparar la tierra con ilusión aunque mañana no podamos disfrutarla es un acto de respeto, cariño y agradecimiento

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  3. Juan, pones los pelos de punta.
    Un saludo

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