sábado, 4 de julio de 2015

Molínea 41






Meri


El efecto euforizante de los excesos es lo mejor para un creador. Estas palabras del Sam de tu relato puede que valgan para esos escritores que escriben mirando para fuera, pero yo prefiero a los que como tu lo hacen desde dentro. Estos, más que desenfrenos y el bullicio, necesitan para su escribir del manantial incesante del silencio.

Mar de Fondo


Amor esponjoso: ¿y qué será del amor de aquellos que no sabemos de lavadoras ni de espumas? Prefiero quitar los lamparones de los quereres a mano, como lo hacían nuestras abuelas con su frotar compungido, a la orilla de la acequia sobre las llagas de la piedra llana, con tierra blanca y el azul del cielo. O como tu misma bien cantas: Ser sombra que espera su cuerpo de la nada.

Vivo Diaz


Y a tu Diego el Chisme, si se lo encontrara Henry Miller por algún tugurio surrealista de París, seguro que le diría: Necesitamos, Diego, estar solo para meditar sobre nuestras vergüenzas y desesperación en soledad. Necesitamos el sol y los adoquines de las calles sin compañía, sin conversación, cara a cara, con la compañía exclusiva de la música de nuestro corazón. Y en cuanto a tu homenaje a Juan Rulfo, sólo comentarte que al leerte, hasta oí el quejido de los muertos de Comala. Se me heló el alma. Por eso es que ustedes me encontraron muerto. No me fue fácil entender Pedro Páramo, confundí los vivos con los muertos. Me pasó lo mismo cuando mi nieta un día, sin aún saber leer ni escribir, jugaba a pintar palabras, se las inventaba, las coloreaba. Luego me las enseñó y asombrado quedé con la belleza, la suavidad, los tonos y la naturalidad de su composición literaria. 

Norma G. Coirolo


Al igual que tu ballon rouge consiguió llegar hasta el sol, ¿podrán nuestros sueños alcanzar algún día el final de una guerra? Y acerca de la muerte de tu abuela: mejor que besemos nosotros de buen grado a la muerte, antes que ella nos bese a nosotros de mala manera. Ya lo dijo Rilke: contener la muerte suavemente, toda la muerte / aún antes que la vida.

Juan Tomás Frutos


Ver vivir. ¡Qué buen título para una biografía! Y a la memoria me vino aquel otro texto contrapuesto y por ende complementario de “Morir mirando”: .... antes de morir, me pidió mi amigo que lo llevara al estanque que hay junto a su casa. Quería morir aferrado a los colores del agua, contemplando el silencioso y blanco jugar de unos patos vitalistas.

Irel Faustina


Irel, no te canses nunca de mirar la luna, de implorar a los dioses y al agua. No te encojas al ver a tu Cristo minero desgarrado en la galena, crucificado en el paro, desahuciado de la casa de su cielo. Y al igual que Alda Merini, tu también llevas dentro de ti un pájaro de fuego, hambriento de amor, que pone en tu boca la música de tus poemas. (L`uccello di fuoco).

J. R.


Jota Punto Erre, o como convertir la literatura en milagro. El vino, la sangre de la tierra, capaz de hacer maullar a los perros. O lo que es lo mismo: aunar ilusión y realidad. ¡Por San Judas!, aquí pasa algo, ahora no estoy soñando.


Isabel Grima Campoy


Filósofa del vivir costumbrista emancipado. Analista del comportamiento. Esa risa, es tristeza, el hablar es soledad. Sus letras, ayuda y canto para ahuyentar el llanto. Buena conocedora del ser humano: mas el alma tenemos tan repleta.

Andrés Giménez


Tanto El rabo como de Oca a oca, El misterio de la botella y El pijama, relatos con los que Andrés nos deleita, tienen en común el enredo y el desenredo otra vez enredado. Y volver a lo que siempre fuimos: una pregunta sin contestar. O la respuesta como obviedad indescifrable. Entre la ironía y el sarcasmo somos atrapados hacia una solución que, entre la naturalidad cuidada y la elegancia modesta, el suceso más simple convertido es en mito.

Manuela Villar


Las estrellas que brillan el doble, duran la mitad.
Ante una noche de estrellas contemplada, el más incrédulo de los mortales, exclama cual lo hiciera Van Gogh: Cuando siento necesidad de religión, salgo por la noche y pinto las estrellas. En Fastos, Tarot y Paisaje onírico Manuela conjuga plácidamente con virtud mestizante y sorpresiva el embeleso bucólico de una naturaleza virginal poblada de elfos, hadas, gnomos y ninfas, con el tufo de la gasolina, el móvil o un par de mojitos refrescantes. El contraste como fuente de interés e interrogante.

Julián Gómez de Maya


El claustro de la Merced. Ilustrativo e histórico recorrido sobre la constitución y los avatares de la Universidad de Murcia, desde su inicio en las escuelas de El Carmen tras la desamortización, pasando por el antiguo convento de la Orden de la Merced, hasta concluir en el Campus de Espinardo, con referencia documentada al efecto.

López Conesa


La sonrisa de nuestros nietos es nuestra propia alegría. Y el roce de una mano tierna sobre las arrugas del abuelo son crema hidratante para la decrepitud que se frena. Dos corazones en uno, en feedback, en reacción estimulante, latiendo al unísono a través del tiempo, eternidad de tercera generación.

Juan Espallardo


La hembra no gobernada por macho. Ilusiones de emancipación y malentendidos, estereotipos culturales, clichés interesados y verdades como puño se dan cita en esta historia llevada principalmente a cabo por tres mujeres. Marisol, Stalinia y la Anciana, (esta última da nombre al relato), encarnan en contraste divertido maneras distintas de opinar acerca de la cuestión de género, a las que el lenguaje tampoco se resiste. Apunte, esquema y buen borrador para una entretenida comedia hilarante, entre la farsa, el absurdo y una crítica desconcertante al estilo de Dario Fo. Con un buen desenlace educacional: No existe nada tan odioso como ver a la víctima erigiéndose en verdugo.


1 comentario:

  1. Buen administrador de la tarde, su blog es muy bonito diseño y contenido muy elegante, una vez, tengo mucho conocimiento de su blog, gracias. Le deseamos éxito siempre.
    Mi mensaje, mantenga el pensamiento positivo, porque la bondad está llegando ahora, mañana y siempre.

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