viernes, 29 de mayo de 2009

La flor de los cascales




La vida por definición es como esa flor de los cascales que se desmadra, se amolda y se alza para sobrevivir de la intemperie. Vida y adaptación vienen a ser lo mismo. O me aclimato o me mata la inhospitalidad enemiga.

Y así la climatología y su abrigo, el ambiente y su abrazo, la geografía y sus besos son el fuego de mis días en esta tarde de luna creciente, de simientes y esperanzas.

Y la vida es esa fuerza innata que me hace crecer en medio de lo que me rodea. Y así medimos la inteligencia según el grado de nuestra resistencia al medio. Y nuestro trepar físico y material es un pulso, un reto individual y colectivo frente a la lombriz de la mentira.

Y agradezco a la naturaleza que me permita robarle el oxígeno, y a esta mata de cascales su rojo para la hemoglobina de mis venas, el verde para el alimento y el azul del cielo para que respiren mis sueños.

2 comentarios:

  1. Respiremos, pues, aclimatémonos, agradezcamos, respiremos, trepemos, crezcamos, respiremos, nutrámonos, deleitémonos en la vida, y vivamos.

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  2. Para puro respirar, Juan, como esa vara de rey, que al cielo se levanta, para admirar ese regalo de Dios que es la hermosa simplicidad de lo natural, tan llena de colores, como el cristal de los sueños. Hoy, cumplo 55 años, y me llevo este canto a la vida, porque respira paz y armonía.

    Un abrazo de maravillas.

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