¿Para qué estrujarme las neuronas diciéndote una vez más, amigo, que detesto a los poetas? ¡Misóginos los poetas, impotentes, vestidos de pingüinos, con bastón y pajarita, vanidosos y egoístas, que esconden su estéril vergüenza ajena con metáforas de espray pulidas! Vates tóxicos de baquelita, estribillos aburridos, entre papeles de pringue untados, sonetos muertos, desprovistos del cálido abrazo de un sol en plena siesta, de la atracción por la tierra, del llanto de la hierba humillada, del éxtasis al contemplar cómo la lengua del mar besa de noche y de día los pies de la montaña que duerme erguida. No es necesario volver a decirte, amigo preguntón y cansino, que el lucero enciende las tulipas apagadas del hombre cenizo, y que la luna despierta los amores encendidos de las mujeres tristes,... ¡que un verso no huele a vino, ni a pan, ni siquiera sirve para dar de comer a un niño!
Bien claro lo dejó dicho Jorge Teillier:
No me interesa hablar de poesía, prefiero hablar con mi gato o el jardinero. Aprendo más y me aburro menos. No me interesa ser personaje, porque cuando te ven así, tu poesía pasa a segundo plano. No me interesa si escribes o no escribes. En cambio ser poeta en serio es una responsabilidad. La gente no debe escribir poesía, deben ser poetas. La poesía no es una carrera, eso queda para la hípica. La poesía es la lucha contra nuestro enemigo el tiempo y un intento de integrarse a la muerte, ...
(Entrevista a Jorge Teillier por Vicente Parrini)
Me encantó. RHCastro
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