miércoles, 19 de julio de 2023

Howl


Después de escuchar el aullido (howl) de Allen Ginsberg intento comprender su desencajado grito transportándolo como vacuna contra lo que nos viene encima si es que gana el odio, la mentira, el negacionismo, la no-ciencia, la locura... en las próximas elecciones del 23 J. 

 

He visto por la Avenida de Los Borbones vitorear a cobardes su famélica derrota cual mártires inmolados por los reyes de la baraja española.

He visto a los vecinos de los barrios más humildes levantar su puño en blanco, sin contrapartida alguna, dejarse esposar como cerdos conducidos a los mataderos de El Pozo.

He visto a víctimas inocentes sobre un cadalso acariciar y limpiar las babas masocas de sus carniceros.

He visto a los sin techos enmarcar con sus tripas en el salón imperial de su casa de cartones la orden judicial de su desahucio a instancia de un mercado inmobiliario sin entrañas.

He visto a quienes diariamente se atragantan con los desperdicios de los contenedores y escucho los eructos de placer por el ayuno de sus grandes comilonas.

He visto en medio de la noche oscura a borrachos brindando por su resignada desventura esperando un sol al que nunca verán amanecer.

He visto a ciegos bendecir el dedo índice que agujereó sus ojos contra el occipital de su necia inteligencia. Los he visto cerrar acríticos su cerebro a la dictadura de su mal llamada filosofía liberal.

He visto a trabajadores voluntariamente y en perfecto orden frente a las paredes del cementerio para ser acribillados por sus amigos los emprendedores.

He visto a quienes chillan de gozo al ver a su equipo favorito ir perdiendo cero a ocho.

He visto las urnas de todos los distritos electorales derramar su sangre en vano.

He visto a los flautistas de la la Plaza Mayor amansar felices a una hilera de embobados camino de los cuernos del toro de Wall Strees de Nueva York.

He visto a politólogos y tertulianos, falsos profetas y cirujanos al calor de barbacoas hartándose con chuletas y pinchos de cordero aliñado con el sudor del mundo obrero.

He visto a viejos luchadores por la amnistía y la democracia apostatar de la inclusión, el derecho y el apoyo mutuo.

He visto a tontos del haba introducir en la inmaculada urna su sentencia de muerte...

He visto, he visto... Y no me explico lo que he visto.

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