lunes, 20 de marzo de 2023

Los libros son cosa mínima


 
Los libros son cosa mínima. Dado que cada treinta segundo se publica un libro en el mundo… ¿qué importancia podría tener la novela Azulada? Debido a la superproducción literaria, la mayoría de los libros son basura. Y no porque lo sean, sino porque así lo determinan las reglas del mercado. Hoy se escribe más que se lee. Las librerías se ven obligadas a deshacerse de los libros. No tienen espacio para tanto almacenamiento. Tantos son sus stocks que le sale más barato triturarlos que ampliar sus locales y estanterías. Los libros son mercancía muerta, pero no así el hecho de escribir. Desde el punto de vista personal puede que sean terapia, entretenimiento, conciencia, creatividad… y a veces, hasta consuelo, dolor y nada.

Recuerdo en una tertulia literaria que a alguien se le ocurrió decir: Escribo para morir. A los asistentes les faltó tiempo para enfrentarse a tan loco escritor que apostaba por meter todo lo que escribía en un cajón para que nadie se contaminara con lo que escribía.

Si al menos escribir no valiera para para vivir, podría enseñarnos a morir. Azulada, como aquel otro libro de El color de los días, no va de viejas y filantrópicas batallas, ni de cambios de gobiernos. Azulada va de vida y muerte, amor y celos, vacío y plenitud.

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