domingo, 4 de septiembre de 2022

Coplas del cupón


 
Esta mañana, al ir a coger del cajón de la mesilla donde guardo el dichoso Arido, (esos comprimidos que a diario he de tomar para evitar cualquier otro incidente cerebrovascular, como el que hace unos meses afectó transitoriamente a mi disfunción del habla), me encuentro con un minúsculo cuadernillo. Coplas del Cupón, se llama. Una verdadera reliquia de 100 cuartetas que versan los cien números de la ONCE. Cuartetas escritas por Mariano González Manglada a una muchacha ciega y dulce del Barrio de Las Seiscientas de Cartagena. Guardo con fervor, admiración y agradecimiento opúsculo tan original. (Quinta edición privada. 2000 ejemplares. Imprime Gráficas La Moderna. Se agradece la reproducción). Y a la memoria de su autor y amigo me permito la siguiente digresión: Unos días antes de morir Mariano Manglada, estando ya ingresado en el hospital de la Arrixaca, MCarmen le dijo si le apetecía que le trajera algo. Éste, con toda confianza y un cierto recato propio de su proceder sencillo y modesto, le comentó: Bueno, a mí me encanta mucho el chocolate negro. No es necesario añadir que su deseo fue al instante cumplido. ¡Y no veas cómo a Mariano hasta los huesos del alma se le reían!

En la contraportada de esta pequeña obra de arte (no mayor que cuatro onzas de chocolate, apenas 10x08 cm.), el autor nos aclara su intención al escribir estos versos:
En Cartagena los ciegos vocean el cupón con un manojo de símbolos como si fueran poetas (llevo la rosa, la cama me queda). Así se favorece la compra por los que han soñado con mudanzas, viajes, gatos, escarabajos, etc. Los símbolos son populares y cotidianos y hay rastros de una matemática casera en algunas combinaciones de los diez primeros números. Mi vecina Eusebia vende el cupón y le dictó a mi madre Anastasia la lista de los símbolos con su memoria prodigiosa. A ella dediqué estas coplas en las que dejé libres imaginación, humor, alegría y mala leche.
Y así estas coplas, con clase, de empoderamiento femenino y de militancia obrera tejidas, discurren con sabor popular desde la primera (el 1, el Galán), hasta la última (el 100, la Muerte). Y de las cuales resalto tan sólo tres como buen botón de muestra:
8. La Dama:

¿Dama? ¿Princesa? ¿Señora?
¿Puta? ¿Criada? ¿Sirvienta?
Los proletarios queremos
Una mujer compañera.


70. El Albaricoque

Pa la burguesía somos
Cosecha de albaricoques:
O nos tiran al barranco
O no meten en el bote.


77. Las Banderas

Tós los colores del mundo
A los aires de la tierra:
Pero mejor que los trapos
Son los hombres mis banderas.

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