miércoles, 24 de agosto de 2022

Do mana el agua pura


Hará una hora escasa que ha muerto. Andaba ya varios meses con el cáncer de pulmón. Lo sobrellevaba de buenas maneras. Cada vez que nos veíamos le preguntaba: ¿cómo te encuentras? Siempre respondía con su bonhomía y placidez acostumbrada: ¡Bien!

Una de las últimas veces que se dejó caer por la Huertarriba, me regaló el gorro con el que cubría su pelambrera maltratada por la quimio. Le dije que a mí me sentaría divinamente para cubrir mis melanomas mentales, los días de angustia y de sudores.

En cuanto me han dado la noticia de su muerte lo primero que se me ocurre es ir al pechero y colocarme su gorro para aliviar mi pena. Su mujer me cuenta que ayer mismo subió al monte. ¡Ay el monte, las piedras, do mana el agua pura, silencio, altura de miras, el sancta sanctorum, lugar de revelaciones, morada de las águilas, de las culebras,... y de los dioses!

Esta noche he ido al velatorio. Cuando volvió del monte se encontraba perfectamente, se metió en la ducha. Fue entonces cuando los borbotones de la sangre. El susto, las corridas, el sobresalto, el escándalo de los cuajarones rojos en medio del baño… No dio tiempo a que los servicios de urgencias pudieran hacer nada. Mi amigo ha muerto ahogado en su propia sangre. A pesar de todo, hacía planes de futuro. Todavía confiaba reincorporarse a su trabajo de panadero, hacer mejoras de albañilería en la casa. De vez en cuando se pasaba por la huerta, nos tomábamos una infusión, un vaso de agua fresca... Y de nuevo caminante, peregrino, a su camino, se adrentaba en la espesura, emprendía su marcha.

En el tanatorio me he encontrado a mi amigo, mejor muerto que vivo. Todos estaban allí. ¡Anda, que vamos buenos! Primero, aquel; luego, el otro, ahora, nuestro amigo… Y alguien con sus ojos brillantes de tristeza y hermosura comenta:
La enfermedad y la muerte eran sus mujeres. Llevaba mucho tiempo acostándose, haciendo el amor con ellas. Muchas son las cosas que cada noche aprendió de ellas.
En Molina de Segura. Año 2005.

2 comentarios:

  1. Precisamente hoy recibo una noticia parecida: la muerte de otro amigo, compañero de estudios. El final inevitable nos va cercando. aprovechemos el tiempo. Un abrazo.

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  2. Hola, Juan.
    Soy,Maruja. Me gustaría seguir leyendote, ¿Se puede hacer algo al respecto?

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