domingo, 6 de junio de 2021

La mochila.com

 


La mochila.com (Editorial Tirano Banderas. 2021) es el título de la segunda novela de Joaquín Martínez Riquelme (Molina de Segura.1945). Un libro de plácidos sueños y fábulas voluptuosas.

Su estilo llano, coloquial y cercano. Nada de retóricas ni rimbombancias. Escribir sencillo es más meritorio que ser un rebuscado aparejador de sintaxis y otras morfologías alambicadas. Las narraciones perfectas, muchas veces dejan al lector frío e indiferente. Tan minucioso, brillante y matojero es el cuidadoso estilo de algunos escritores que son incapaces de despertar interés, pasión y asombro en sus lectores. No es éste el caso de Joaquín que, fiel al consejo de don Quijote, (Llaneza, amigo Sancho, y no te encumbres), logra implicar al lector a base de guiños, sarcasmos, complicidad, ironías, cualidades todas estas nacidas de su agudeza, desparpajo e inteligencia.

La mochila.com desborda humor. Sonrisa y gracia como herramienta eficaz para Joaquín decirnos su verdad y el sentir, frente a la mentira, la injusticia y la hipocresía. Y me pregunto ¿si no será el humor la mejor espada para combatir la corrupción y los chanchullos políticos?

Martínez Riquelme, como él mismo dice, es curioso, pero no en su sentido oliscón, enredador y sucio. Es más bien un observador leal y honesto. Se detiene en los pormenores y costumbres de sus personajes para que sean más bien los hábitos y fijaciones de éstos los que retraten sus maneras, filosofías y creencias.

La condición del autor, haber sido funcionario de la Administración, le otorga a Patricio Miralles, el protagonista de esta novela, el acierto para definir al detalle el pelaje de este estamento: los cafetitos, la lectura del periódico, el aperitivo, la peña, las salidas de los finde, el esperpéntico organigrama de los servicios públicos, la escalada en los niveles de promoción, el enchufismo, el vuelva usted mañana… un coctel socio-erótico-profesional-familiar-político… los fondos buitres,…el canónigo avaro, la abuela que ronca, el vendedor vidente de la Once… toda una parodia de esta realidad que nos administra y gobierna, contemplada hoy por Martínez Riquelme, como en su día pudieran haberlo hecho de forma burlesca un Larra, un Miguel Mihura o un Pérez Galdós, acerca de aquella otra España, también farandulera y banal, trepa y dicharachera.

Me he sentido muy a gusto leyendo esta novela. Arrastrado he sido por las aguas dulces y alegres de sus letras libidinosas y, al mismo tiempo, también identificado por el trasfondo del libro, ese halo-alegato en favor de la tolerancia, la justicia, sin olvidar el placer por la naturaleza: una puesta de sol, una luna llena, la inmensidad del mar, las altas montañas, los árboles que nos rodean y, sobre todo, una sonrisa.

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