domingo, 21 de marzo de 2021

Murcia, qué mal te veo

 


Más grande será la caída. Y entonces los dioses nos concederán la gracia de saber lo que vale un peine. Por sus vergüenzas los conoceremos. No hay mal que por bien no venga. ¿Qué remedio? El que no se consuela es porque no quiere, ya lo dice el refranero.

Y cuando veamos del todo sus vilezas en la poltrona, claveteada a base de pactos contra natura, deshacerse en pedazos, tal vez nos demos cuenta de la hiel que esconden sus entrañas. Hasta el punto de que hay quienes creen que López Miras y los tres díscolos de Cs debieran ser juzgados por cohecho y corrupción, porque han comprado voluntades pagadas con cargos públicos.

Murcia, qué hermosa eres, y qué mal te veo. No está bien decir cuanto peor, mejor, pero cuando un amasijo de gerifaltes gestionan lo público en contra de lo público (aberrante, ¿no?)… Y entre  concertados y conciertos dejen nuestro sistema educativo para el arrastre... Hemos puesto al zorro a cuidar la gallinas, y tal vez muy pronto no nos quede ni un huevo. Porque es mucho tiempo, (ya va para más de 20 años), que ni echamos de menos un buen zarangollo para todos… O como cantaba Víctor Jara en A desalambrar: que la tierra es nuestra, / tuya y de aquel, / de Pedro, María, de Juan y José.

Tal vez, tal vez... esta mala racha nos venga bien para despejar el campo, abrir de una vez los ojos, aprender a separar la cizaña del trigo, saber de una puñetera vez con quién nos jugamos los cuartos, esos votos que van siempre a parar al corral de nuestro esquilmador insaciable.

No hay comentarios:

Publicar un comentario