La cárcel vieja

Hay quienes quieren hacer de la prisión provincial de Murcia un supermercado, un restaurante. Yo quisiera que la dejaran cerrada, cerrada para siempre, para que nadie vuelva a pisar este viejo antro de represión franquista. Que la dejaran como ahora que veo volar por sus tejados palomas redimidas en busca de un nuevo cielo de libertad y esperanzas.

La historia no se renueva, la historia es la que es. Aunque los haya empecinados que no cesen de manipularla. De eso saben un montón los nuevos restauradores de la cárcel vieja. ¡Pobre de aquel pueblo que no aprenda de su historia! Quieren lavar crímenes enluciendo sus paredes de cal muerta. La cárcel vieja siempre será un lugar vivo de la Memoria democrática de nuestra Región.

¡Cerrada y abierta, sí! ¡No restaurada con proyectos deshonrosos y en desacuerdo con lo que fue este penal! Centenares de republicanas y republicanos murieron aquí debido a las condiciones inhumanas a las que fueron sometidos. Casi medio millar de hombres y mujeres fueron conducidos directamente desde esta cárcel a las tapias del cementerio de Espinardo para ser fusilados, simplemente por combatir la insurrección de Franco contra un Gobierno legítimamente constituido.

¿Aprender de la historia? ¡Siempre! Para corregirla. Pero no para ocultar su pasado, no para sacudirnos de nuestra conciencia los errores que ayer cometimos.