Cómo hablar con estos jóvenes que me recuerdan mi adolescencia idiota. (A. Pizarnik)
A mi humilde y modesto entender de lector fan y, por ello tal vez, equivocado, cuánta mayor sinceridad aciertan los escritores a poner en sus obras, mejor es su literatura. Por eso admiro a todos aquellos que son libres y sensatos para decir lo que ven y lo que desean, lo que odian y lo que sienten, sin censuras propias y ajenas. Y no es que yo quiera convertirme en crítico literario, y mucho menos en un gurú a lo Paulo Coelho, cursi y adinerado, pues como dice Rilke: nada resulta menos acertado que el lenguaje crítico en el cual todo se reduce siempre a unos equívocos más o menos felices.
En esta mañana juiciosa, llevado por el consejo de una amiga, acudo a leer una carta de Alejandra Pizarnik a León Ostrov, su psicoanalista. Y no puedo dejar de decir: !esta mujer me gusta por su manera de decir las cosas!
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