sábado, 7 de diciembre de 2013

Tal vez yo ande equivocado




No estoy en contra de que Mandela sea reconocido y admirado por todos los pueblos del mundo. Es de justicia y gratitud venerar su recuerdo y testimonio. Pero mucho deben haber cambiado las cosas para que de la noche a la mañana, alguien que durante más de veinticinco años estuvo encarcelado y condenado a cadena perpetua por revolucionario y terrorista, sea ahora encumbrado por aquel mismo sistema que censuró, encausó y amordazó su lucha y compromiso.

Algo no me cuadra en esta parafernalia funeraria. Reyes, príncipes, potestados y majestades se dan cita para celebrar su figura. Se acallan los estadios, miles de banderas institucionales a media asta, minutos de silencio por doquier, emisión de programas especiales en su honor y reconocimiento, glamour de adinerados y artistas. ¿Dónde estaban estos mismos poderes durante el cautiverio de Madiba?

Exactamente donde están ahora, donde han estado siempre, apoltronados en su hipocresía y privilegios.

A no ser que yo ande equivocado, y en vez de vivir en un pueblo de apartheid (desigualdades económicas), de parados, desahuciados y hambrientos, en lugar de vivir en este maldito infierno capitalista, tal vez me halle, sin saberlo, por fin instalado, en el Paraíso de las mismas Libertades y Derechos para todos.

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