La solidaridad no es un Pensamiento escasamente literario. Y este especial de Navidad de MOLINéA rezuma por sus cuatro costados ternura, empatía, compromiso y deseos de salir cuanto antes de esta crisis, que no sólo es económica, sino de valores, desamores, autismo social, abandonos, soledades, posesiones y egoísmos.
De cuando morir (o vivir que es lo mismo) fue un Baila, baila, conmigo, y el amor, un hermoso suicidio, desinteresado y romántico frente a una ventana de cortinas blanca. Muerte y amor ¡se parecen tanto!
De cuando el Estado no fue la voluntad de los ciudadanos, sino un sarcasmo, un chiste que los humoristas gráficos, como Álvaro, inventaron para devolverle a la sociedad su risa legitimada.
De cuando no siempre las biografías las escribieron sus protagonistas. Nieves y Espallardo intercambiaron en un bonito juego sus papeles. Tu dices quien soy yo, y viceversa. Pues somos en verdad lo que los otros piensan de nosotros.
De cuando Marina siempre estará a nuestro lado recorriendo con su ausencia, su amor secreto, con la dulzura de su voz y la serenidad de sus palabras, la piel, la geografía de nuestro acalorado cuerpo.
De cuando el extranjero, Mi amigo marroquí, me enseñó que el respeto está por encima de cualquier credo, y que mi única religión es el amor.
De cuando El inventor de las palabras, consiguió rescatar la palabra acribillada. E Irel con su maleta a rastras, llena de historias, de magia, se salva, se gana perdiéndose, renunciando a su identidad en el relato que cuenta.
De cuando la libertad fue más fuerte que la represión. Y Victoria y la escritura de Conchi Andrés con su sensualidad, cordura y coraje rompió cadenas, desató amores, fulminó en suspense aplaudido a falsos predicadores, reverendos de la hipocresía y el castigo.
De cuando Cristián Mínguez, El poeta de las flores recorrió bosques y jardines, cármenes y caminos en busca del Hada de los Pétalos, la morada eterna de nuestra felicidad secuestrada, zona de recreo, imposible y vedada para los humanos.
De cuando una pequeña bola de luz sacada de un árbol cambió el mundo en una Navidad singular. Niños del mundo entero, ayudados por la Bruja Beffana, o lo que es igual, de la mano de Meri Martínez consiguen sus sueños: trabajo, casa, salud y paz para todos.
De cuando, entre el dilema de dos Navidades, La fría Navidad de nuestros días, la del consumo, la de los desheredados, y la caliente, la nostálgica, Rufina apuesta por el renacimiento de una nueva esperanza.
De cuando El refugio del olvido es nuestro mejor subterfugio para no morir de soledad. Que felicidad y conciencia no siempre van de la mano. Dichosos los que consentidos deliran en su sabia ignorancia.
Juan,
ResponderEliminarMe rindo a tus manos que agarran lo mismo el legón en la huerta, como trazan palabras tan bonicas y llenas de sentimientos...
Cavar y escribir reunen en ti multitud de cosicas que otros como yo admiro.
Muchos besicos.
Como ya te he dicho en otras ocasiones, eres increible!!!. Un fuerte abrazo, y que pases unas buenas navidades.
ResponderEliminarAcertado resumen de las ideas de los diversos protagonistas de nuestra MOLÍNEA. Huelen tus letras a generosidad. Frases perfiladas por finos pinceles de escribano.Hay limpieza en tus mensajes y, sobretodo, calidad literaria. Enhorabuena, Juan.
ResponderEliminarJuan, ¿Ya te has leído todos los relatos?
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras
Te deseo unas felices fiestas.
Un abrazo,
Nieves M.Hidalgo
Hola Juan.Me alegro de haberme dirigido a este tu rincón por invitación de tu tocayo y amigo Juan.
ResponderEliminarY me alegra leer el resumen de Molinea,que haces desde esta página.Y me alegra el haber colaborado con tanto artista y tan buena gente.Y me entristece no haberos conocido personalmente.
Y también sé,que habrá otras ocasiones.
Un abrazo.
Maria Luisa Fernández.