Compre dos frascos de colonia y colabore con la erradicación de la pobreza.
Y lo que más me jode de esta crisis incesante con sus subidas al galope: el iva, la luz y los recortes, puede que, en su origen, sea un invento, una excusa no obligada y necesaria, todo un montaje diseñado y puesto en práctica por el poder fáctico del dinero.
Las cosas pudieron ser de otro modo antes de que el poder financiero obligara a los políticos a ponerse de rodillas delante del dios del metal dorado.
Estos días de cariño, cuasi oficial, abundan campañas, pujas y eventos que utilizan la caridad como herramienta y subterfugio para favorecer el consumo. No viene, o viene forzado al caso, que hace tan sólo unos días tanto en Zurich como en Madrid tuvieran lugar dos encuentros amistosos entre los primeros tenistas del mundo, y cuya recaudación fue a parar a niños necesitados. Nadie en su sano juicio cuestiona esta buena acción que sin duda bien vendrá como remedio o parche a graves necesidades particulares. Lo que sí es cuestionable, por no decir inhumano, es manipular el sentimiento de la gente en favor de un interés no muy claro. Pongamos por ejemplo: si compra usted un bolígrafo, un botellín de cerveza, un kilo de soja bio, contribuye a la instalación de una bomba potabilizadora en un poblado del Congo. Todo un paradigma: el capitalismo al mismo tiempo que con su mano de hierro expolia a las capas (antes clases) más bajas, con la otra, de seda, nos socorre y nos anima al consumo. Y mientras, los que de buena voluntad colaboramos con estos programas benéficos nos quedamos más tranquilos, como exculpados, por haber participado en algo que merecía la pena.
Nada nuevo. Todo ésto me recuerda a don Vicente, aquel patrón de la mina que donó un hospital, o un cementerio, (no me acuerdo), al municipio más cercano donde el dueño tenía su explotación de pirita.
¡¡¡ que grande eres ¡¡¡ solo tu puedes escribir una entrada tan veraz y a la vez con tantisima educación, muchisimas gracias por ser como eres, recibe un besin de esta asturiana .
ResponderEliminarEse D.Vicente un tío inteligente e interesado....Ay, Juan qué poco ha cambiado nada...
ResponderEliminarOtros con la tijera en la mano recortan derechos sociales...pero qué se creeran...Mañana otra vez a la calle y no de compras precisamente.
Besicos