domingo, 4 de abril de 2010
Domingo de Pascua
Un nuevo día. Pascual Albatros se despierta después de una noche de sueños de chocolate, calamares y paparajotes. Intenta levantarse; pero lo piensa mejor. Y no llega ni a poner la planta de su pie derecho sobre el frío suelo de su destartalada habitación. Hoy Albatros quiere volar. Desearía no tocar tierra por mucho tiempo, como esas aves que llevan su apellido y permanecen en los pliegues angelicales del aire hasta más de diez años sin tocar tierra.
Puede que al Insumiso de Palestina le ocurriese algo parecido. Y al despertar de su agonía tras su paso, su andadura entre los humanos, decidiera resucitar y largarse lejos, muy lejos.
Hoy Pascual Albatros quiere seguir dormido. Dormir y volar al mismo tiempo como hacen esos pájaros que llevan su nombre y seguir soñando sueños de azul y chocolate.
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Me ha gustado lo del "insumiso de Palestina"
ResponderEliminarVoy a cambiar el nombre de tu blog para ver cuando actualizas, no sé por qué razón siempre se queda al final de mi lista y a veces me olvido de visitarte...y no será porque no me gusta leérte...
Besicos.