lunes, 8 de febrero de 2010

Gilipollas o majareta



Toco, mejor palpo detenido con el índice y el pulgar de mi mano derecha los párpados, de arriba a bajo, como el rocío que se desliza y limpia las hojas del limonero cargado de legañas sin conseguirlo. Quiero asegurarme de que estos ojos que froto son mios, y que soy el que está frente a los cristales de la ventana empañada a la espera de que la agónica noche dé a luz el alba.

Hasta tres veces he dudado de mi mismo. No sabía donde estaba, ni cual era mi posición, si de pie o sentado, si en el salón o en la cocina. Me detengo, no mi cuerpo, pues estoy quieto como el suelo, y miro alrededor para resituarme y distinguirme de la mesa, la maceta, o de la alfombra. Entre tanta confusión y angustia tres veces me olvido de mí mismo y no sé quien soy, y me confundo como aquel otro que renegó de su propia identidad para engañar a la muerte, al juez o al fisco.

Hubo un tiempo anterior al nuestro en que tan necesitados andábamos en cubrir nuestra mínima existencia que no estábamos para intimidades filosóficas. Lo que no quiere decir que antes fuésemos más i-religiosos, excéntricos y despreocupados de nuestra más elemental esencia.

Y pienso que me estoy convirtiendo en un imbécil poeta o en un perdido majareta, cacofonía incluida. Podría haber dicho mejor "gilipollas" para silenciar estridencias. Pero paso de concordancias y estilo en esta madrugada que lo más me preocupa es que perdí las bridas de mi conciencia. Y al momento amanece y sale el sol y pienso que las amapolas de Van Gogh no se saben ni se sienten distintas del jarrón que las alberga.

3 comentarios:

  1. En tu trabajo, en éste específico percibo un halo de inescrutable filosofía personal, de una inmiscuida manera de meterte el dedo, no sólo en los ojos sino en el centro del alma donde conviven moros y cristianos. Eres un buen pensador, intimista por naturaleza, intuitivo y reflexivo a morir, pero son esas reflexiones las que tú formas, principios y finales, las variadas sendas que uno como humano debe recorrer. Poder posarse en el detalle mismo del “Yo” personal, poder ser juez de uno mismo es difícil, pero el que lo logra lleva un trecho ganado, una individualidad exquisita, el balance que tantos les lleva más que una vida encontrar. Me encanta leerte porque me das paz y un cuadro hermoso de lo que debe ser un espíritu normal, con sus pro y contras, con sus ángeles y demonios, con su luz y sombra….hacer honor a la estirpe es un don que no todos están dispuestos a develar.

    Mi respeto siempre a tu importante obra, por lo menos para mí.

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  2. No sé como ponerme en contacto contigo, quiero regalarte alguna fotico del mar con el faro,claro.... Sabes,en el blog de paparruchas está el correo de Alvaro, mandale un mail y que el me lo remita con tu dirección, así te tendré localizado....Si, te parece bien....
    Genial texto el de hoy....Besicos.

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  3. Son momentos de pérdida, que parece que se confunde uno con el todo, o que no se es nada, y tenemos la sensación de ser eso que tú dices, pero yo lo achacaría más bien a un exceso de sensibilidad.

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