domingo, 4 de mayo de 2008

Campesinos durmiendo



Decir que Natalio está sólo no significa nada. Al menos a nadie le importa que este campesino del Collado de Abajo no encuentre sentido a su vida. Quien leyera que el Natalio se siente sólo pasaría de esta predicación sin más. Lo importante no es lo que se dice, sino cómo se cuenta. El que dos personas se amen es común y repetitivo, lo extraordinario es expresarlo como trascendental y único. El milagro consiste en hacer sublime e irrepetible lo más vulgar y hasta execrable.

Para que un lector avieso y buscador de lecturas trepidantes entienda de qué va la soledad de Natalio tendría que leer algo así como que un hombre de setenta y dos años cansado de cuidar a su mujer enferma, a petición de ésta le quita la vida. Y luego se pega un tiro en la sien con su escopeta de caza.

La policía encontró sus cuerpos abrazados uno encima del otro. Parecían dos tórtolos enamorados en plena siesta.

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