viernes, 22 de febrero de 2008
Mejor olvidar
Científicos canadienses descubren en el cerebro la estructura responsable de la activación de la memoria. (Revista: Annals of Neurology)
En la vida no todo comienza de golpe. Es cierto que la mujer de Faustino nació puntualmente un once de octubre de mil novecientos cuarenta y tres, pero para ser exactos antes de venir al mundo, sus ojos ya eran azules en la mirada de su bisabuela.
Aquel rayo que mató al “Faustino”, tampoco fue de sopetón. Los nubarrones se pintarrajearon en el mar durante más de una semana hasta llegar a la vereda del soto donde descargaron la electrizada desgracia contra el cuerpo del pobre marido.
Faustina no perdería la memoria de repente. Primero se olvidó de las llaves, luego de apagar el fuego, más tarde no distinguía la mañana de la noche. Hasta se olvidó de aquella maldita culebrina que dejó como tizón carbonizado las carnes de su hombre. Luego se le borró por completo lo que decían las palabras, si es que alguna vez contaron algo, pues a decir verdad las palabras, después del accidente de su Faustino, nunca para ella fueron sino la ausencia de lo que decían. Pero Faustina a pesar de todo se sentía bien, que es lo mismo que decir que no sentía nada.
Los médicos le prometen a la hija de Faustina que su madre puede recobrar la memoria si se somete a una operación quirúrgica.
“Bastará tan sólo estimular con unos electrodos la forniz, esa zona del cerebro -le dice el jefe de los neurocirujanos- donde reside precisamente la facultad del recuerdo.”
"¿Me dice usted que la misma descarga que mató a mi padre puede devolverle ahora la memoria a mi madre?"
“En cierta manera, sí. Se trata de aplicar una fuerza eléctrica sobre cierta parte del hipotálamo, que controlada, activa sorprendentemente la memoria.”
Y así se hizo. La operación todo un éxito, pero sólo hasta cierto punto. Porque puesto a recordar, la mujer se acordó con tal dolor, virulencia y verismo de todo lo que aconteció aquel día de la tormenta de la vereda del soto, que prefirió que la hubiesen dejado como estaba.