miércoles, 9 de enero de 2008
Mal de Ulises*
Con su título de ingeniero por la universidad de san Francisco, Ezequiel Estrada desempeñó allá en Quito, “la carita de Dios”, un puesto importante en el ministerio de obras públicas.
En su lindo Ecuador, hoy botadero de pirañas y basuras, tierra esquilmada por dictadores y corruptos, la vida se le hacía insostenible. Pidió prestado a los mafiosos los quince millones de sucres para su “bolsa de viaje”, ese injusto simulacro para poder venir como turista en busca de una Itaca sin chapapote.
Tras una dura travesía entre cíclopes y odiseas la barca de su exilio encalla en Paris, y aquí en la estación de St. Lazare Ezequiel limpia de día con lágrimas de alquitrán, estrellas de galipote, los retretes del andén. De noche duerme en un centro de acogida de la rue la Pompe.
Cuando esta mañana he tenido que verificar su cadáver, paso por alto el tarro vacío de pastillas, y en el recuadro donde debo especificar el motivo de su muerte, simplemente escribo: “Mal de Ulises”.
*Mal de Ulises: síndrome, trauma psicológico, trastorno mental, estrés crónico que padecen la mayoría de los inmigrantes sin papeles. Síntomas: inadaptación social, depresión, fuertes sentimientos de abandono, soledad, desarraigo, frustración...