Quisiera ser desierto

"ETA hiere con una bomba lapa en Bilbao al escolta privado de un concejal socialista"

Aburrido está de convencerse a si mismo de que vive gracias y para la confrontación, la discusión y el dilema entre la noche y el día, el blanco y el negro. Y hoy quisiera revolcarse en el verde de la vida sin tener que recurrir al azul y al amarillo, a la oposición de los contrarios. Olvidar que el tiempo es tensión, bipolaridad, un rosal de espinas. Esta cansado del balanceo oscilante del péndulo de las horas, bandazos de izquierda a derecha, yin y yan, cielo y tierra, fuego y agua, montaña y desfiladero, halcones y palomas, flores y metralletas. Que le cansa el discutir, el poder, la prepotencia, la palabra contrastada, la verdad y la mentira.

Quiere descansar y ser arena, arena imperceptible, amorfa en esa belleza inigualable de sus envolventes dunas, ser grano de arena igual, homogéneo y armónico, semejante y confundido con otro grano, con todos los granos de arena del universo, donde la diversidad no exista, ni tampoco la marginalidad, ni el sur, ni el norte, ni el arriba ni el abajo, que sus miembros están destrozados, descoyuntados de tanto tirar y estirar y soportar el aquí y el allá.

Ser desierto, zona neutra en donde las fuerzas telúricas de la vida desaparezcan, que no precisen sístoles ni diástoles, que quiere vivir eternamente dilatado, en un orgasmo permanente en donde la antagonía por definición y de hecho sea metafísicamente imposible y el acuerdo y la compenetración su esencia.