Al estilo gonzo

Paez es el corresponsal de la sección de “sociedad” de la agencia “MediaMáss” en Terasia.

Paez sabe que una mentira que se publica muchas veces alcanza la categoria de verdad. Pero también sabe que una noticia que se repite hasta lo indecible deja de interesar a los lectores.

Paez hoy se avergüenza de ser reportero. Siempre quiso contar a los demás la verdad de lo ocurrido. Pero hoy ha llegado a la conclusión de que lo que dice su periódico no es lo que pasa. La verdad es una mentira escrita de modo inteligente por un rotativo. Hoy la prensa no es testigo de la noticia. Son los grupos mediáticos los que fabrican la realidad y convierten a un anónimo miserable en todo un héroe de portadas y telediarios. La verdad no existe, se la sacó de la manga un magnate editorialista. Y Paez no ha nacido para ser vocero de mentideros y de virtualidades contrahechas. Harto está Paez de ser mero expectador de acontocimientos prefabricados.

Paez tiene previsto presentar hoy mismo su dimisión, pero al estilo gonzo, a la manera que sus maestros del periodismo le enseñaron: “con su actitud el periodista debe intervenir en la acción de manera que condicione el desarrollo histórico del acontecimiento que cubre”.

Paez se saca la pistola que trae escondida en el bolsillo de su chaqueta y allí mismo en el despacho le dispara cuatro tiros a bocajarro al busto de escayola policromada del director de la Agencia MediaMass. Mañana será una gran noticia. Todos los periódicos de Terasia se llenarán de esquelas de condolencia por la muerte de una estatuilla hecha añicos.