martes, 9 de marzo de 2010

Maldición Bloguera



Blogueros, fabuladores, tramoyistas y demás ralea de la palabra encorsetada, del escribir efímero, del leer digitalizado, oídme bien vosotros drogatas pixelizados que apestáis a dendritas de megabites fosilizados.

Os habla la Maldición Bloguera:

Se acerca el día de vuestro final. Muy pronto el rayo justiciero caerá inflexible sobre vosotros y vuestra sufrida silla, vuestros ebox de bolsillo cual cortocircuito epiléptico, epigrama encendido de rampazos computarizados. En vuestro portal se orinarán los perros. Muy pronto las raposas horadarán las pestañas de vuestros ordenadores. Todo será reducido a cenizas. Los dedos de vuestras entradas y enlaces serán cortados de cuajo. Vuestros registros, comentarios y ventanas serán marcados por el ángel exterminador. Vosotros, piratas de la naturaleza, habéis saqueado la imaginación. Os limitáis cual monos titiriteros a copiar y pegar frases hechas, rizar el rizo, fotocopiáis hasta el canon. ¡Sois vosotros mismos una fotocopiadora en persona! Ni el más potente de vuestros cortafuegos podrá apagar el incendio de vuestras pantallas.

Porque no hay nada bajo el sol que vosotros no hayáis suplantado, ennegrecido. Gato por liebre dais de comer al mundo. Vosotros, los fabricantes de imágenes adulteradas, los que convertís en boñiga de vaca la ambrosía más natural y sagrada. Donde hay oros colocáis reyes, borbones donde doblones, donde hay paz ponéis bastos. Multiplicáis panes amargos para alimentar la idiotez de una muchedumbre sedienta de analfabetismo y consumo. Dais fe de que los burros vuelan. Magos publicitarios, prestidigitadores del verbo, encubridores y malabaristas del lenguaje cibernético, sacáis de vuestras teclas conejos abortivos, palomas con buche de gavilán, lobos con piel de oveja, toda una selva entera de animales clonizados por la ingeniería genética de vuestras malas artes y programas, de vuestras correos circulares, infinitos, de vuestras endiabladas ofrendas, oraciones al teísmo artificioso, el becerro de nuestros tiempos, la lengua adulterada, la repetición impersonal.

Vuestras letras, cromosomas ilegibles, forman la cadena de una humanidad vendida al diablo de la virtualidad, a los impostores de la historia. Vuestros poemas ocultan los hechos, vuestras reflexiones tuercen el sentido, vuestras narraciones son espejos retorcidos de mentiras convincentes, vuestras entradas no resisten la lógica del corazón, ni el corazón de la lógica. Seréis engullidos por el sumidero de las cloacas al vacío ciberespacial porque ensordecéis la música, plagiáis la puesta del sol, suplantáis el amanecer con vuestros emails satinados, reenviados y precocinados.

Por vuestra culpa ya no huelen las flores, el agua no ríe en el arroyo, ni dibujan sueños las estrellas en su original encerado de la Vía Láctea. No canta la alondra en las noches de luna llena. Sólo se oye el morse negro de vuestro repiquetear atrincherado y distante. Hortelanos de salones de plástico habéis secuestrado la creación. Enjaulado tenéis el ciprés en vuestra raquítica pluma; el valle de lirios, acorralado en una pantalla de plasma sintético. El tufo de unas pilas requemadas, condensadores marchitos del espectro solar ahogaron el olor a hierbabuena, la brisa del mar, el beso, el aire. Avariciosos coleccionistas de mariposas disecadas habéis reducido a garabatos los colores del atardecer.

Hasta a la misma Maldición Bloguera habéis contaminado con el rococó de vuestro hipérbaton artificioso, prefabricado y contrahecho. Prueba de ello: esta diatriba carente de rigor y compulsiva de la que me avergüenzo.

¡Anatemas seáis!

1 comentario:

  1. Pero...Juan que te pasaoooo....
    Vaya entradica nos traes hoy,está llena de rabia y a lo mejor hasta tienes razón....
    Besicos.

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