El visitante de la exposición le preguntó al pintor si el payaso reía o lloraba. El artista adulado esquivó la respuesta. Quería el autor seguir alimentando la idea de que dicha y pena juntas son como dos gotas de rocío que ignoran si están tristes o contentas.
Hay quienes se despiertan de malhumor, con retorcijones de barriga, ofuscados y con carrasperas. A mi en cambio si entre los escombros del día me dieran a escoger el momento más fresco, el mejor, sin duda me quedaría con el albor de la mañana. Recién levantado me siento como un niño con su juguete recién estrenado.
Nada más rayar el alba el tiempo se para, hasta el silencio se calla, y la naturaleza me muestra generosa su seno de leche tierna. Y muerdo con ganas el brillo amanecido de una manzana que me tienta desnuda con su nuevo sabor a paraíso.
De ahí mi sorpresa esta madrugada cuando veo caer de mis ojos dos lágrimas sin motivo. No soy yo quien llora, es mi cuerpo ajeno a mis sentimientos el que lo hace por su cuenta. Con el pulgar y el corazón abiertos limpio su llanto y noto en mis dedos un quemazón tierno y húmedo. El cuerpo entonces agradecido por mi compasión obligada me dice avergonzado:
Esta mañana como una máquina sin fuel-oil, purgo mis conductos con la sangría de este dolor necesario que me haga sentir la confusión madura entre la dicha y la pena, las dos unidas.
A mí también me encanta el amanecer, estrenar un día siempre me estimula, no conozco el malhumor mañanero ni eses estado de atontamiento que lucen otros hasta bien entrado el día. Recien levantada pienso mejor que nunca, sobre todo si el frío no me muerde. Ver amenecer en verano es glorioso.
ResponderEliminarPero esas dos lágrimas, que no eran de tristeza, no empecen para nada todo lo que tú sientes a esa hora estrenada del día. Además, hay lágrimas y lágrimas, tú lo sabes.
"Recién levantado me siento como un niño con su juguete recién estrenado."
ResponderEliminarEsto ya me gusta más...
El amanecer despierta los sentidos y yo lo primero que hago es mirar por la ventana,aunque ahora un maldito edificio no me deja ver el sol...La ambición municipe hace de las suyas cuando se le antoja.....
Besicos.