viernes, 24 de febrero de 2023

El pasado siempre es pasado



El pasado siempre es pasado. Nunca vuelve.

"Al oír el estallido de innumerables metralletas con firmes voces de ¡al suelo todos!, siento un profundo escalofrío en todo mi cuerpo. Milans del Bosch ha sacado los tanques de sus cuarteles. Estado de sitio. Todo el mundo, en sus casas, apostillado junto al aparato de radio o el televisor. Efectúo dos llamadas. Después de concluir, el teléfono vuelve a sonar. Acudo a ellas, pero nadie contesta. Vuelvo a colgar y, al momento, noto unos ruidos extraños, como si estuvieran interviniendo el teléfono. Me doy cuenta de las consecuencias represoras del levantamiento de Tejero. Poco a poco algunos amigos y vecinos vienen a casa. En el reagrupamiento nos sentimos seguros. Aguantamos hasta la madrugada, tomamos café. Insistimos en la necesidad de responder con una huelga general en caso de que los acontecimientos no se resuelvan felizmente. Son las cinco de la mañana. Millans del Bosch da por terminado el estado de excepción. Los tanques vuelven a sus cuarteles. Los amigos regresan a sus casas. Antes de acostarme, salgo a la terraza. Respiro. Los colores dulces del alba empiezan a pintar el día."

(23 F. 1981. El color de los días)


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