Me acosté tarde leyendo, en la soledad de mi cama, ese libro que fue mi amante, sirena y elfo. Páginas sedosas, misteriosas palabras, carne azulada de mi desconsuelo, poderío y magia, garabato de un barco pirata cargado de tesoros robados al mismísimo Zeus.
No hay comentarios:
Publicar un comentario