La Policía Local podrá quitar el dinero a los “gorrillas” de Murcia y sancionarlos con hasta con 3.000 euros. El Ayuntamiento dice que su objetivo es evitar “prácticas de acoso”.
¿Quién
acosa a quién?
No
siempre el conocimiento nace del propio pensamiento. Materialismo cognitivo. El
conocimiento surge de la representación trágico-comedia de la vida real. El
árbol bebe del aire, del sol que le viene de arriba, pero se alimenta sobre todo
del sustrato particular donde se encuentra enraizado. Nuestra condición tiene mucho que ver con la
manera que hemos sido cultivados. No somos ajenos a la conducta del otro. Nosotros
sólo somos el teleobjetivo que a veces distorsiona la realidad a su medida y conveniencia.
La
poesía no es nada si no es clarividencia, se alimenta del fragor de la calle,
del llanto y de la risa, de la muerte y de la vida, de la soledad, del desamor,
de nuestros sueños y de la tristeza. La poesía también es el otro. Yo soy el que la siento. La
poesía es la conciencia. Y matar a la conciencia parece ser el lema. Hacer de
la conciencia un saco roto por donde dejamos escapar la com-pasión en su sentido auténtico. La conciencia, así como nuestro
conocimiento no se genera aisladamente fuera del contexto. La influencia del
medio social, (materialismo histórico), es porcentualmente muy relevante en su
génesis y configuración.
Y me
viene ahora al recuerdo aquel poeta de la luz y el mar, el poeta de las Coplas de Juan Panadero. Ética y
estética son hermanas siamesas. Donde vaya la una, ha de ir también la otra. Hay
quienes guardan la poesía en el tabernáculo de su reserva más íntima,
no quieren exponer sus versos al desgaste tóxico y perecedero de la
contaminación de los procesos sociales, productivos, de los medios de la información…
iba a decir de la vulgaridad proletaria. ¡Ay qué despiste el mío! Estamos en la
Era Digital, tiempo de la verdad
manipulada. Atrás quedó el nacismo, la lucha de clase, el mundo obrero, las
revoluciones, la dialéctica, el lumpen, el internacionalismo, la burguesía, la inteligencia
comprometida. Romanticismo trasnochado el mío. Hoy son otras las condiciones
objetivas.Tiempos de paz, de democracia, derechos humanos. Naciones Unidas. Puro
arte. Afirmación del yo. La autoestima. La gestión, el control de las emociones...
El
dolor de las capas marginadas, la exclusión social, los sin techo, los pobres,
las desigualdades, la infancia mal alimentada, los nacionalismos, los viejos
abandonados, las políticas de puertas cerradas, los emigrantes sepultados,
devorados por las pirañas capitalistas de un mare nostrum atrincherado… eso es otra cosa que no atañe ni a
nuestro pensamiento y mucho menos, a mi conciencia. Me callo, que a este ritmo
precipitado me veo como un demagogo a dos pasos del fascismo. Y me diréis:
Sí. Pero eso no es poesía, si acaso mala poesía, complejos
desestructurados de una mala personalidad contrahecha.
Ahora
soy yo el que respondo: Tal vez haya sido tocado por la ceguera blanca, aséptica,
impoluta, capaz de mirarme sólo a mí mismo. El ojo punto de mira se convirtió
en la cámara misma. No es la foto lo que importa sino la claridad manipulada
de mi mirada.
Sois candados, sois esposas,
sois grillo, barrote, llaves,
sois paredes lastimosas.
¿Y a
cuento de qué viene esta perorata mañanera acerca del materialismo cognitivo?
Acabo
de leer la siguiente noticia (31. Julio. 2019), que ni comento siquiera, no vaya
a ser que la malinterprete con mi tendenciosa formación política:
La Policía Local de Murcia podrá decomisar los
instrumentos y el dinero recaudado a los aparcacoches irregulares,
conocidos como “gorrillas”. Las sanciones a quienes ejerzan esa actividad serán
de hasta 3.000 euros. El ayuntamiento asegura que su objetivo con
esta medida es evitar “estas prácticas de acoso”.
Y
vuelvo de nuevo a las soleares del poeta de Cádiz
Si no hubiera tantos males
Yo de mis coplas haría
Torres de pavos reales
Pero aquel que lo están matando
Y a este otro lo están consumiendo
Y a otro lo están enterrando.
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