Beni Ensar. Terminal Ferry de Melilla. Día del emigrante:
- Espero a Samir ¿Acaso no es usted Samir?
- ¡Por supuesto que no! ¡Mi nombre es Jesús, nombre cristiano por excelencia!
- Pues para mi que yo le vi cruzar por tren la frontera de Melilla.
- ¡Imposible! En Melilla no hay trenes. No conozco a ese hombre. Además ese Samir iba en clase preferente. Yo siempre viajo en tercera.
- Tal vez. Pero sus rasgos le delatan: sus pies me dicen que es usted de Siria; sus ojos, de Mali; sus manos, de Senegal. Por el color, ¿acaso no es usted subsahariano?
- El señor del que me habla, se parece a Mazen, yo diría que es Mazen, que es Omar, Naufal, Radi, Halima, Nazih..., cualquiera de ellos. Todos tienen el mismo parecido. Se lo repito: yo no soy Samir.
- Vale, vale, ya lo sé. Ese Samir por quien pregunto, soy yo.
- Si usted lo dice.
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