sábado, 15 de octubre de 2016

La felicidad de un pájaro



La felicidad de un pájaro,
la de un niño,
incluso el simple goce
de las flores de la buganvilla
es mayor que el mío.
Ellas no saben que tienen
que morir de frío. 

Y aquellos rojos altaneros, la segura esterilidad de la que hablaba
James Kavanaugh, en Some Day, acabará pisoteada este invierno.

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