A mi juicio, este es el caso de Memorias de un emigrante. Libro jugoso y ameno, transparente y lúcido como el sol que nos alumbra, surgido del recuerdo adolescente, esa patria que siempre será nuestra, aunque estemos muertos, seamos extranjeros, exiliados, apátridas o tengamos la triple nacionalidad: la ser de aquí, la del más allá y la del mundo entero.
Libro autoeditado por Juan Abenza y José Antón. La impresión, a cargo de Grafisant, S. L. Santomera.
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