Chocolate inglés

Montoro se declara en rebeldía y se niega a decir a Ruz cuánto dinero habría debido pagar el PP por las donaciones en negro (El Plural. 4 de marzo 2015)

Hoy me levanté con el propósito de ser bueno con los míos, los árboles, las merlas, la sisca y las ortigas. Y si hasta el gallo se pone tonto y atrevido, -me dije-, seré más bueno todavía.

Y así hice. Puse agua al gallo, alfalfa picada y fresca, recién cortada. Y hasta conchilla de ostras le eché para fortalecer su guardián aire de manejero de la hacienda. Que últimamente anda muy esquilmado nuestro gallinero por el zorro y la comadreja.

Duró la paz tan sólo el tiempo que tardé en ventilarme el almuerzo: un cacho de pan con sal y aceite y un tomate restregao. Y mientras saciaba mis pobres tragaderas, me entretuve en hacer el borrador de la declaración de la renta, pero no me salían las cuentas.

Y fue en esas cuando ocurrió todo. Sin poder remediarlo, me sorprendí a mi mismo a trompazo limpio con el gallo que quiso jugar conmigo al un, dos, tres palico inglés. Accedí a su propuesta. Pero antes de terminar yo de cantar ¡un, dos, tres, chocolate inglés!, se revolvía el desagradecido y muy tramposo pillándome siempre en movimiento.