No me esperéis, oh cielos,
luego cuando yo muera.
Juro no ir a veros
aunque tal vez quisiera.
Pienso quedarme quieto.
firme pisando tierra,
ver como en el majuelo
crece la sementera.
Y aunque Luzbel del Negro
quiera arrojarme fuera,
al oro del infierno,
no habrá dios que me muera.
Quiero seguir viviendo,
seguir quemando cera,
taparme en el invierno,
cantar en primavera.
Cogerte por los cuernos,
pararte sol quisiera,
paralizar tu rayo
y eternizar mi hoguera.
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