domingo, 8 de enero de 2012

Falsa modestia




¡Y qué cerca está
de la humildad el orgullo!

Tan cerca como la espina
de la flor del capullo.

Tan cerca, que desde lejos
los dos se confunden en uno.

A veces tiene el orgullo
para defenderse un escudo,
de sencillez revestido,
de corazón puntiagudo,
tapado, reptil y mudo.

El orgullo y la modestia
cosidos están en un nudo,
tan unidos, que su esencia,
su perfume y transparencia
son más bien maledicencia,
resentimiento y barullo.

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