martes, 1 de marzo de 2011

Habas y llanto



Hoy hace seis años. Esta mañana me recordaste su muerte:
"La memoria no borra la muerte de nadie..., en nuestra memoria queda su mirada. Nadie se muere, siempre queda el lugar desde donde viene su eco."
Tal vez te suene a prosaico lo que voy a decirte. Nada más escuchar tus palabras, he salido a la huerta a ver las matas de las habas. Y he visto sus flores azules, blancas, violáceas y eternas. Todos los años por estas fechas lucen entre la gran frondosidad del verde su humildad de sombras iluminada.

Si una semana antes de morir, él no me hubiese enseñado, impresionado, con sus lágrimas y afán en contemplar estas plantas, no sé si movido por la sencillez de su hermosura, ("la poesía es la última palabra, la Palabra Nueva"), o porque era la última vez que lo hacía, en este momento yo no sabría admirar la belleza de las matas de las habas.

Y me he sentido por ello nostálgicamente alegre; pero de nuevo el paradigma, la contradicción y su duelo han entristecido mi gozo. Y me he sentido egoísta y posesivo por pensar que mi sentimiento por la muerte del amigo ya no es condolencia ajena, ni piedad, ni acompañamiento, es la tristeza y la pena de que tarde o temprano yo también dejaré este mundo.

Y si me preguntaras ¿cuándo? ... ¡que no sea en primavera! Por mucho que digan los indios que para morir, son los días más bonitos.

3 comentarios:

  1. Ay,Juan, las matas de las habas son frondosas y verdes, esa flor mágica de colores tranquilos y poco duraderas ¡Qué placer contemplarlas!
    Me has recordado a mi padre, cuando en su pequeña huerta plantaba habas, cuando recogía las primeras tabillas y nos las traía para que las probáramos,"son como el agua" decía...Qué ricas parece que las saboreo...Mi padre ya hace mucho que nos falta,se fue muy temprano como un hortelano abandono la tierra...
    A mi las habas me encanta de todas las formas...
    Besicos.

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  2. yo me he sentido egoista por ese mismo sentimiento, pero sabemos que nuestro miedo a la muerte o la tristeza que tal idea nos produce no han sido la causa del primer pensamiento; aquel que como la flor de las habas guardas en tu recuerdo.

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  3. Que bonito.. miro contigo esas habas.. y realmente me siento afortunada de sencillamente vivir.

    Un beso

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