viernes, 11 de marzo de 2011

Bendita lluvia



Como todas las mañanas lo primero que hace Pascual mi vecino, el marido de la tía Águeda, es mirar al cielo, enjuagarse los ojos con el azul de su mirada. Pero no penséis en ese cielo figurado, ese valle allá en la altura sembrado de flores ultramundanas, espejismo y consuelo de otros, que como su mujer, sin este cielo sentimental, no sabría dar un paso. Los hay, como Águeda, que su deseo es tan fuerte que aunque nunca cosechen su fruto, con sus semillas, su incierta esperanza, ya van sobrados y felices. La espiritualidad de su cielo les basta.

El cielo que Pascual mira este amanecer nublado expande su gris ceniza sobre la tierra, los tejados, la palmera, los cipreses... Una fina lluvia cubre de humedad la arcilla, la sequedad áspera de su sentir malhumorado, ensombrecido, y la convierte en manto de agua perfumado. Y piensa Pascual si no está loco de verse alegre, diáfano y motivado con un tiempo plomizo, triste y tan cargado.

Hoy se le amontonaba a Pascual el trabajo: estercolar el bancal, limpiar el gallinero, transformar en leña los almendros que el invierno pasado arrancó por bordes, levantar el caballón de las patatas, segar la alfalfa...

El suave llover, la llovizna de esta mañana, le regalan a Pascual el placer de no hacer nada, la eternidad colapsada: contemplar bajo el alero de su cabaña la humildad casi invisible de las violetas, el blanco espigado de las coles, el renacer morado del rosal, el lento llorar de los lazos de las cebollas, el revoloteo en la frondosidad del pino de dos tórtolas acarameladas. Su cielo de aquí y ahora. Pascual no es creyente. Pero hoy transido, reverberado por el poder milagroso del agua, se arrodilla y da gracias al cielo por esta bendita lluvia que le rezuma de ocio el alma.

2 comentarios:

  1. muchisimas gracias por ofrecernos este maravilloso relato, esta asturiana te manda un besin muy grande.

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  2. Qué bonito texto, Juan qué palabras más sencillas llenas de costumbrismo del bueno, en la cercanía del conocimiento sobre la tierra, en el amanecer nublado gris ceniza, agua rica para la tierra...¡Bendita lluvia"
    Besicos.
    P.D.
    Recuerdos para Pascual en su ocio esperanzado, al olor de la tierra empapada.

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