El cuaderno de Molínea en su Vigésimo primer encuentro evoca con cierta nostalgia aquellas cartas, que con su honrada ortografía de gente pobre con más empeño que saber, desaparecieron con la llegada del teléfono... Luego la era digital con Internet, los emails y la instantaneidad de las Redes Sociales, hicieron el resto.
Este colectivo literario dedica el presente número (10 de setiembre, 2010) al género epistolar. Y de manera práctica, frente al anonimato, la frialdad, la mojigata sensiblería multicopiada, el acarreo cacofónico de los cientos de miles de correos electrónicos que cada segundo embarran el espacio cibernético, estos poetas y cuentistas de Molina de Segura a su manera retoman en esta entrega breve y sencilla aquella vieja costumbre, tan querida y añorada, de la tradicional carta por correo.
Investigaciones recientes (véase Universidad de York de Canadá por ejemplo) revelan que el sitio web en general establece un tipo muy peculiar de relación entre los jóvenes. Amistades huecas llama este Estudio a esos grupos de seguidores que se vanaglorian de sus miles de fans en cartelera, vacíos de encarnadura real alguna; y sin conocerlos siquiera les dan crédito como si del mismo Dios se tratara. Según dicho Informe el perfil de estos usuarios sobresale por su alto índice en inseguridad y narcisismo.
Al margen de consecuencias psicológicas y científicas derivadas de la revolución tecnológica, (por otra parte inevitable y maravillosa), siempre es de agradecer que publicaciones como Molínea, nos recuerden la familiar ternura, el cariotipo de una particular caligrafía, las emociones acrisoladas por la espera del cartero, la humedad de la última lluvia caída adherida al sobre, la alegría registrada en la plana de un nacimiento deseado, la muerte de un pariente, el olor en el papel de la persona querida, el carmín de un beso de novia como firma al mozo aquel de la mili, el sepia dulce de un retrato, ... ricos abalorios todos, con los que embellecíamos las cartas antes: los emoticonos simplistas de ahora.
Hola tito Juan, todo esto lo has escrito tu? cómo echo de menos escribir a mano, sí señor, de hecho, aun lo hago, escribo recetas, algun diario, alguna carta de amor o amistad a un amigo....:-) un beso muy fuerte!
ResponderEliminarHola, Juan. He llegado aquí gracias al enlace que me has enviado. Buena entrada, que resume el contenido de nuestra querida revista-libro. Felicidades.
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