Perdón por no responder. No es que no agradezca tus correos navideños. Valoro lo que hay en ellos sin abrirlos, porque no quiero que se evapore el aroma de su encanto. Un órgano -dicen- si no lo usamos, se debilita; pero yo digo lo contrario: tantas veces fue el cántaro a la fuente que acabó hecho añicos, desvirgado por los suelos. A fuerza de ser repetitivos los mensajes no consiguen lo que quieren. Ya se sabe aquello de que viene el lobo tantas veces aullado. Y cuando de verdad vino, ya no hubo remedio.
Mi hotmail no aguanta tanta carga de parabienes y prosperidades. Bloqueado tengo el servicio. Y para que no se me rompa la "nueva", tus felicitaciones deseadas, pues paso de ellas aunque pienses que soy un desconsiderado. Y así sigo ilusionado con tu sorpresa sin destapar, y por tanto vivita y fresca.
En estos días de sensibilidades tan a flor de piel, pesaroso de ser tan desatento, consentí y abrí el buzón de mis entradas. Sólo fui capaz de leer el primero. Y te lo adjunto para que entiendas hasta que punto es cierto lo que te digo y siento: mi manía de no desvelar el misterio de tus correos para no espantar la "buena" que con tanto esmero ansío y me obsequiaste:
OCASO, S. A. RAMO de DECESOS
le desea
Felices Fiestas de Navidad y Año Nuevo.
Una vez más le agradecemos su confianza depositada en nuestros servicios, al tiempo que le recordamos nuestra más inmediata disponibilidad a sus necesidades de enterramiento, asistencia, accidentes y traslado. Atentamente. La empresa aseguradora.
Pero qué bueno. Esto está para mayor difusión, Juan. Es bárbaro. Mira, en esta ocasión no ha habido por mi parte ninguna felicitación a tu correo, porque al amigo siempre se le desea lo mejor todos los días y en todo momento. Tampoco he recibido la carroñera felicitación de la Compañia de Seguros, porque no lo tengo. No estoy asegurada, porque me voy a morir igual ¡Allá ellos con mi cadáver! Lo único que espero es que no coincida con estas fiestas tan cursis, para no aguarle la fiesta a nadie. Un abrazo grande para ti y para Carmen.
ResponderEliminarAlicia (maravillas)
jjejejej, una risa, un pastel y un palmo en la espalda, la navidad es un caldo de cultivo consumista, al final quién se acuerda de la substancia?, nadie.
ResponderEliminarSaludos post navideños, uf, por fin.