domingo, 13 de septiembre de 2009

Papel en blanco



"No empieces a escribir sin saber desde la primera palabra adonde vas."
Horacio Quiroga

Me hablabas de la angustia.

Utilizaste la palabra "reto" o "desafío", (creo recordar) para nombrar ese vacío del escritor frente a la hoja en blanco.

Y me vino a la imaginación la agonía de mi madre. Un día antes de morir su cuerpo se retorcía en la cama como una culebra descabezada. Yo no sé lo que la hería más, si su dolor o su miedo, que le hacían saltar de rabia y arrancaba las cortinas. Sus manos, aspas de molino, azotaban del aire su abismo. Y cual niña huérfana llamaba a su mamá, tampoco sé si para huir, o para llegar a ningún sitio.

El escritor que no sabe a donde va, lo tiene peor que aquel que, bloqueado, pillado, o colgado, no encuentra palabras para decir lo que quiere, y se siente confundido frente a un mar de ignorancias, colapsado. Y es que la palabra es la madera a la que se agarra el náufrago, o el moribundo, para llegar al otro lado, la orilla del "conocimiento" que nos ratea el placer de la playa de su cara.

1 comentario:

  1. Algunas veces basta con encontrar el comienzo de la historia, los personajes acuden entonces a la invocación silenciosa del folio en blanco, y lo pueblan con sus peripecias, avatares y desazones. Es como si fuesen personas solitarias con una enorme necesidad de ser escuchados.
    hay escritores que no ponen una frase en el papel antes de haber decidido de antemano la que constituirá el punto y final.
    otros, prefieren dejarse llevar por la vida que adquieren sus personajes. Les dejan hablar, manifestarse, decidir, en cierta forma, hacia dónde se dirigirán sus pasos.
    Ni para escribir ni para casi nada hay un solo camino.

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