Aguaeras

Ficciones y realidades. Dos lotes llevo metidos en el burro de mis aguaeras.

Mis invenciones y fantasías son verdes y comer se las quiere de la cordura el asno. Mis experiencias en cambio son amarillas, quemadas por el sol de la realidad del momento. Y con el traqueteo de mi caminar pedregoso tanto los sueños como la realidad que vivo, los dos se tornan de un azulado que son los que alumbran la oscuridad de mis pasos.

Ya en mi interior, ficción y realidad mezclados, no los distingo. Y ahora no sé si es sueño lo que vivo o tal vez vivo gracias al sueño que tengo.

Si me dieran a elegir entre la vigilia y el sueño, elegiría mi cuerpo de carne y hueso. Del sueño yo no soy dueño, se lo comió anoche el burro, el burro de mi cerebro.