Todavía huelo la rosa que llevaba en el pelo la mujer con la que soñé anoche. Es lunes de pascua. Fiestas en el pueblo. Descansar es leer y me recreo con “El jardinero” de Tagore:
“Desperté con los primeros pájaros y ya mi lámpara moría. Y me fui a la ventana abierta y me senté con una guirnalda fresca en mis cabellos sueltos… Por el camino venía él en la nieve rosada de la mañana. Traía al cuello una cadena de perlas y el sol le daba en la frente. Y se paró en mi puerta y me dijo ansioso:
¿Dónde está ella, di?
Me dio vergüenza decirle:
Ella soy yo, hermoso caminante, ella soy yo.”