martes, 11 de septiembre de 2007

Se busca





“Uli” se ha esfumado de la tierra sin motivo alguno. Cinco meses que los vecinos del mundo rastrean aledaños y extramuros, islas y diásporas en busca de su paradero. A Ulises todo le iba de mil maravillas por lo que nadie le suponía un fin trágico.

Es imposible que quien ha sido capaz de rastrear los confines del mundo en busca del objeto más imperceptible, no pueda encontrarse a sí mismo. No es lógico que aquel que en su mente albergaba milimitrados todos los agujeros negros del universo quede ahora atrapado en los brazos de una simple zarzamora, en un cruce de caminos, en el laberinto de unos espejos rotos o en el cortacircuito del último suspiro.

Tan sólo hace unos meses que Ulises había sido galardonado con el Nobel “La piedra filosofar” por su eficaz contribución en el hallazgo del anillo cuadrado, el triángulo de los siete lados.

Toda una vida consagrada a dar con el paradero del “oro liquido”, ese compuesto milagroso que a los humanos los vuelve locos, ver convertida su propia orina en metal dorado, no puede quedar para siempre truncada.

Y pasaron eras y milenios y tanto el buscador perdido, el perro Atila, el hombre metalizado, como el iluso alquimista Ulises, todos ellos fueron por fin localizados en un fluorescente fósil de apatita opaco.

"El Cabildo de Fuerteventura pidió
hoy la colaboración ciudadana para
localizar a un perro pastor belga marrón
con el hocico negro y entrenado para
el salvamento de personas, al que se dio
por perdido hace días en Caleta de Fuste,
en el municipio de Antigua."

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