lunes, 24 de septiembre de 2007

La Beldad nos reta


"Pidiendo estadio la Beldad nos reta
como bravo adalid en su armadura"

(Dante Alighieri)


La literatura no está reñida con la hermosura; al contrario. Tratar de atrapar e inmortalizar la belleza de la vida en un libro es uno de sus logros más importantes.

Escribir es pretender que nuestro “presente” tan agraciado y generoso, tan rico en curvas y en olores no se nos escape de las manos. Los libros son los jarrones donde ponemos en agua las luces de las estrellas para que no se apaguen, donde guardamos los trinos de los pájaros para que su canto no se marchite, el río a donde el agua que mana de la piedra fecunda vierte sus colores, lo mejor de sus entrañas, sus preciados minerales.

Escribir es un arte y como toda creación artística no está reñido con un buen par de tetas bien puestas, un apretado culo de varón marcando paquete. Que el oficio de escribir consiste en destapar las intimidades más dulces de la vida y dárselas a comer al lector para que éste se sacie con su ricura.

Pero de ahí a que el libro “Crystal” de la modelo Katie Price, y para más inri escrito por pluma ajena, venda más que todos los finalistas juntos del premio más prestigioso de Inglaterra, el Booker, es un indicador de por donde van los tiros de la afición lectora de nuestros días.

Desde que salió en junio pasado “Crystal” lleva vendido más 159.407 ejemplares. Es una novela que trata de los efuerzos de una muchacha por ganarse la fama como cantante gracias a un concurso de televisión. Lo que se dice todo un desborde cutre de imaginación y ramplón ingenio.

Y es que, si a mí mismo me dieran la oportunidad de elegir entre la Jordan, -esa modelo de revistas, trepadora y a última hora pitoflera literata, operada de pechera, reina de las carreras- y la Divina Comedia de Dante, me compraría un extintor para escapar de la duda categórica del fuego eterno.
"Hemos venido al lugar donde te dije
había de ver la gente adolorida
las que han perdido el bien del intelecto."

(El Infierno. Canto Tercero. Dante Alighieri)

No hay comentarios:

Publicar un comentario