viernes, 13 de junio de 2025
Por encima del azahar de las estrellas
Junto a la vieja ermita de Zaraiche, el ocaso catarroso se evapora tras la montaña-cuesta-abajo de su vejez fosilizada. Se esfumó también la pubertad, la eternidad de aquellos días de primavera, prometedores de honradez, servicio y justo reparto. Y la humedad del suave-beso-de una bulliciosa juventud en aquella calle de la Divina Izquierda, hoy seca y ruinosa queda al hacerse publico tanta sinvergonzonería y corrupción.
Encariñados bajo la escalera de la mala suerte, sorteamos con éxito nuestro infortunio y las desgracias ajenas. Nuestros cuerpos enlazados se elevaban por encima del azahar de las estrellas. Y el olor y el pareado de mis labios en tus orejas retozonas como gorriones suplicando democracia... inundaban de placer un mundo en el que cabía feliz el mundo de Huxley. El recuerdo: un tesoro más cierto y valedero que la realidad que hoy vivimos.
Por mucho que intento desplegar nuestras pancartas contra la guerra y el engaño, el levantamiento de una clase obrera en bancarota, recuperar la canción de nuestros viejos himnos, no consigo acordarme de su letra. El hombre del hombre es hermano / derechos iguales tendrán / la tierra será el paraíso / patria de la humanidad. Las tromeptas y los violines quedaron mudos en la nave de aquel templo de algarabías y poltronas de la calle de san Jerónimo. ¡Lástima que aquel quejido placentero de nuestro juvenil orgasmo sea ahora sofocado por los gritos inciviles del pataleo, la avaricia y el tú más!
Cuanto más viejo me siento, la caricia de mis manos sobre la carne virgen del futuro, más oscura y astillosa la veo: sombras vivas que se pierden por los agujeros negros de una vida.
Y si me dieran a elegir entre la actual vileza y carroñería de hoy, sin duda escogería la sensación caliente de aquellos años, su recuerdo eterno. Aquel eco puro del pasado no quisiera que acallado fuera por los gritos descerebrados de unos ultras camorristas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario