Quisiera
hacer un poema que tuviera
todo el sabor de unas buenas migas
No sé si "hacer migas"quiere decir lo mismo que "amigar". Tampoco sé si amigar es un verbo "con papeles", legal o por la rae reconocido. Lo que sí sé que ayer las migas del almuerzo en compañía de su nieto me sentaron divinas, amistosas.
En una cocina en bajo, al alcance de cualquiera, y todos, la lumbre "carbón ardiente y piedra de horno" reavivó el silencio de una paz culpable y convirtió en abril el duro invierno. Mientras las llamas rojas bailaban jóvenes en azul y en amarillo, afuera, el aire y el frío gritaba amor.
Tu vientre sabe más que tu cabeza. Tal vez por eso estas migas con el nieto de Sóngoro cosongo me sentaron a camino, selva y trigo, a negro benbón, a níscalos tiernos, a sapato nuebo, a mulata, vino y son.
Genial.
ResponderEliminarDan ganas de irse hasta allí para probar esas migas y sucumbir a sus encantos.
Porque la lumbre y el fuego lento me llegó asi de cerca, como este abrazo que le dejo.
Besos.
Y el "son entero" ardió calentándonos el alma, abrazándonos a la sombra del abuelo.
ResponderEliminarUn beso, Juan, y esto hay que repetirlo "todos mezclados", como las migas.