martes, 22 de septiembre de 2009

Tapaculos




(*)


Cuentan que allá por tierras de ultramar durante la época de la conquista, la mujer del virrey, doña Pedorrea de Braganza, señora proclive a la flatulencia, remedio no encontraba para amainar los gases que por el incontenido tubo de su culo se escapaban.

Un guiso de judiones o alcachofas que oliera, bastaba para que los timbales de su cámara musical interna amenizaran de redobles cualquier audiencia, inauguración o protocolo, al que obligada estaba doña Pedorrea por ser consorte de su señor el virrey. Doña Braganza disimulaba con carraspeos y otros acompañamientos ingeniosos, como aporrear contra el suelo las patas del sillón donde sus posaderas tronaban, el desenfreno de sus eructos anales.

Lo mismo que el hambre despierta la inteligencia, los apuros, la culpabilidad y el ridí-culo avivan también el sentido. Y como la señora virreya harta estaba de camuflar sus retorcijones sonoros, la mayoría de las veces sin acierto, tuvo la feliz idea de contratar como escolta a una fornida dama que la acompañara a donde quiera que fuera. Y de paso poder transferir a su guardaespalda o tapaculos sus propios desmanes sinfónicos. Y así por ejemplo, si criada y señora estaban en plena misa mayor, y a doña Braganza se le escapaba alguno de sus acostumbrados arpegios, a voz en grito inculpaba de su pedorrea a la mucama, como cualquier imputado presidente hoy lo hiciera con su tapadera "cobrapeos" o consejero de turno.


(*) El escaramujo o tapaculos es el fruto del rosal silvestre.


1 comentario:

  1. Magnifica foto,el escaramujo,siempre me gustó esa palabra y no conocía de ese fruto y sus propiedades:"tapagases"...
    Muy bueno el relato.

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