miércoles, 28 de enero de 2009

Entredicho



Había oído muchas veces aquella palabra, pero como el que oye llover nunca me había fijado en su corroedora pronunciación. Y es que de tanto oírla en sus acepciones varias, sentido ambiguo y figurado, genérico o estricto, la aguantaba como si nada sobre mis hombros de corvilla gastada.

Y me decías:
“Tampoco noto yo el páncreas y lo llevo siempre a cuestas. Nadie escucha lo que no entiende.”
Pero aquella palabra hacía estragos en mi tímpano perforado. Y así como a cada cerdo le llega su san Martín, yo quería que llegara el día en que mis oídos reventados por aquellas voces que entraban a degüello en mi oreja hasta hacer saltar por los aires toda mi fragua entera, incluido yunque y martillo, dejaran de escucharla.

Ya sabía yo de aquella palabra, bien aplicada a un conjunto de postes del tendido eléctrico, bien referida a un conglomerado de órganos del cuerpo humano, o de redes de comunicación, una gavilla de nervios invisibles, y hasta para apuntalar un conjunto político de partidos desavenidos la había visto yo pasear una tarde soleada de mítines en campaña.

E insistías para calmarme:
“Son los gajes del montaje.”
Pero repito nunca despertó en mi la más mínima admiración aquel maldito cajón de sastre, pozo de reptiles, compuesto fonético que me enfurecía nada más rozar su aire mi pabellón auditivo. Nada más verla en boca de cualquiera para calzar aún más el determinismo histórico, la justificación de un desarreglo, tu resignación, configuraban sus vocales y consonantes un horroroso fantasma cuyas sílabas irreconocibles me atenazaban y perseguían sin descanso.

Os lo juro, yo presidente de la Real Academia de la Lengua sometería a juicio sumarísimo a esta demoledora palabra. Y a la vista de su efectos nocivos probaría sus estragos. Mi sentencia sería irrevocable, justa, inapelable y dura. Condenada sería esta palabra a su degradación inmediata. Y al igual que a un militar acusado de traición se le arrancan los galones, yo a la palabra “sistema” le arrancaría una por una todas sus letras y las arrojaría a la hoguera de los vocablos prohibidos para que nunca más su combinación fuese formulada.

1 comentario:

  1. Juan bonito proposito contra el "Sistema". Si lo borraramos y se creara una forma de funcionar más coherente y hermosa...!!!
    Te voy siguiendo y ya ves hoy rompo la timidez de decirte algo.
    Mucho cariño, desde Barcelona y desde nuestra antigua amistad, que perdura

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