
(Un F-16 sobrevuela territorio Palestino)
En plenas navidades, y aún a a sabiendas de que será recordado como el padre más cruel del mundo, en el instante mismo que el trío de camellos se arrodilla delante del Belén viviente de la Plaza Mayor, Josué le dice a su hijo:
El padre vive en la frontera de Gaza. Y Sayyed, su hijo, le pidió a Abrahan un bocadillo con dulce de membrillo, pero la artillería israelí convirtió la cabalgata en un reguerro de sangre: trescientos muertos, novecientos heridos en dos días, la universidad bombardeada y la tregua de paz por los aires.
El padre de Sayyed también conoció otros magos, los mismos reyes, otras dinastías, embaucadores de políticas y ortodoxias. Y le prometieron un feliz asentamiento; pero de nuevo el falso profeta con sus botas de artillería invadió su casa y aplastó a Fátima su mujer.
No es bueno mentir a nadie, pero es perverso engañar a un niño y decirle que en Belén ha nacido una estrella, en lugar de que un F-16 rocía con bombas el mar de Galilea.
En plenas navidades, y aún a a sabiendas de que será recordado como el padre más cruel del mundo, en el instante mismo que el trío de camellos se arrodilla delante del Belén viviente de la Plaza Mayor, Josué le dice a su hijo:
“Los reyes magos no existen. Y esos tres enmascarados que ahora ves sonrientes llenos de juguetes son unos impostores que pasean sus mentiras delante de la inocencia de miles de niños; y en lugar de regalos en las monturas de sus aviones de guerra llevan odio y metralla.”Y allí mismo, en medio del griterío festivo, la hoguera de los ojos incrédulos del hijo carbonizó al padre como si fuera el mismísimo Giordano Bruno.
El padre vive en la frontera de Gaza. Y Sayyed, su hijo, le pidió a Abrahan un bocadillo con dulce de membrillo, pero la artillería israelí convirtió la cabalgata en un reguerro de sangre: trescientos muertos, novecientos heridos en dos días, la universidad bombardeada y la tregua de paz por los aires.
El padre de Sayyed también conoció otros magos, los mismos reyes, otras dinastías, embaucadores de políticas y ortodoxias. Y le prometieron un feliz asentamiento; pero de nuevo el falso profeta con sus botas de artillería invadió su casa y aplastó a Fátima su mujer.
No es bueno mentir a nadie, pero es perverso engañar a un niño y decirle que en Belén ha nacido una estrella, en lugar de que un F-16 rocía con bombas el mar de Galilea.
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