sábado, 2 de agosto de 2008

Miente la tarde


Miente la tarde que no es mía, se va de las manos.

Miente el sueño: pez abisal de colores infinitos, alegre y bueno.
Con la claridad del día luego a flote se tornó embustero,
en ceniza y feo, oscuro y fiero.

Miente la boca que ama en tus labios besos ajenos.
Mienten mis pies que me llevan por caminos a ninguna parte,
Mienten tus huellas que me guían donde tu no estás.
Miente la gasolina que cuesta más de lo que vale.
Miente tu sabor a liebre de gato.

Miente mi corazón a la mujer que no es mía,
el ganado de aquel, la casa del otro.

Miente mi cara de arrugas que quiere de Botticelli ser su musa.
Miente mi voz de anís de garrafa que no es la de la Callas.

Mienten mis ojos que miran lo que no ven,
que ven lo que no miran.

Miente el deseo que quiere lo que no puede.
Miente tu perfume, miente mi sudor.

Mienten tus lágrimas, y mi sonrisa.
Mienten las palabras, tu sexo, y estos versos horribles,
esclavos de por vida de la mentira que esquivo.

1 comentario:

  1. Miente la tarde, la noche y el día.
    Cuando dejamos de mirar y creemos verlo todo...
    Precioso poema y la fotografía también.
    Un abrazo.

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