domingo, 20 de julio de 2008

Luciérnaga



En tiempos de cambio climático, sobreexplotación de recursos naturales, calentamiento global... no siempre tiene uno la suerte de encontrarse con una flamante luciérnaga resguardada en el rincón oscuro de una noche veraniega.

Y me acuerdo de aquella estrella de Judea que hace marros y cabriolas para que los Herodes y la glotonería de los ge-ocho no acaben con el brillo de la inocencia del Planeta.

Esta noche de luna llena cual otro Agripa quiero sorprender a la luciérnaga. Sigiloso me acerco a ella, y el coleóptero intimidado desaparece, su luz se extingue. Mi mano frustrada se siente triste. Inconsciente pretendí apoderarme de su luz, y espanté a la belleza.

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