Luego, soñarías que allá en tu casa de la huerta se te había olvidado cerrar el portillo del riego. Cuando despertaste, al cabo de los mil años y un día, todo el bancal era un mar abierto. Os encontraron -a ti y al ancla, abrazados-, en la bahía de Algeciras.
jueves, 28 de febrero de 2013
Pelotón de tiro
Luego, soñarías que allá en tu casa de la huerta se te había olvidado cerrar el portillo del riego. Cuando despertaste, al cabo de los mil años y un día, todo el bancal era un mar abierto. Os encontraron -a ti y al ancla, abrazados-, en la bahía de Algeciras.
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